Mucho se dice de la generación millennials, entre ellas que son criticados por ser impacientes, malcriados y sobre todo, por tener un título académico, que nacieron en una época de prosperidad económica, que son la generación más preparada hasta ahora, que tienen el 111% más poder de compra que sus padres, que cerca del 54% de estos tiene un título universitario, que más del 50% prefiere no tener empleo a estar en un trabajo que odien, que un 79% considera que debería estar permitido ir al trabajo en jeans todo el tiempo, que resaltan "mis jefes pueden aprender mucho de mí", y un 65% considera que ellos deberían orientar a sus compañeros mayores cuando se trata de temas de tecnología. Que sus pocas ganas de adaptación a los actuales ambientes laborales obsoletos los hacen migrar o fundar sus propios negocios, y se señala su inteligencia superior, la ropa, la tecnología y la cultura pop como sus rasgos definitorios. Si, estoy de acuerdo con la mayoría de estas afirmaciones.
En el año 09/10, escuche a Agatha Ruiz de la Prada en el Centro Metropolitano de Diseño dando una charla muy interesante. Como madrina del CMD vino a contarnos su visión del mundo de la moda y tratare de recordar sus palabras. Dijo algo así como el futuro es en colores. Que no debería ser en
blanco y negro (y ahí recuerdo la película Equilibrum, tan criticada por creer que era una copia de Matrix al salir tres años después. Para mi, es más bien una historia que puede basarse más en el libro Un Mundo Feliz de Aldous Huxley que en Matrix), y esta diseñadora, de gran trayectoria que no a todos puede gustarles, tiene tanta razón. Dijo que si ella no pintaba el mundo en colores se deprimía, (idem).
Luego de pasar más de diez años en Buenos Aires en fiestas rave, puedo decirles que a los Millennials nos gusta divertirnos como a cualquiera, pero nosotros crecimos con juegos en las fiestas, como si fueran fiestitas de cumpleaños, llenas de sorpresas, caramelos, silbatos, muchos besos y abrazos e infinitos colores, en fin, un clima de niños y muchas veces no muy inocente. Es allí donde surge esta moda lúdica que otros prefieren llamar irónica, y si, en parte lo es, algunos son más irónicos y sádicos que otros, o más surrealistas también.
Productores y estilistas en las editoriales, diseñadores y personas reales en las calles juegan con la moda lúdica, irónica y surrealista y es una tendencia que en Argentina es básica, pero su base necesita manifestarse en situaciones socio económicas y culturales buenas y prósperas, sino, imagínense el futuro. Enjoy it.
Fuente: Pinterest
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